Fuera de la puerta de mi oficina oigo una vocecita que habla con su padre: "Esta es alegría, este es el asco, huácala. Y aquí la rabia” Sé que a esta pequeña no le gusta hablar de sus sentimientos, pero hoy está muy entusiasmada y segura, describiendo los personajes de la nueva película de Disney Pixar Inside Out. Me lleno de gratitud escuchando su lenguaje emocional y estoy emocionada de que el director Pete Docter y Disney Pixar se han retado a traer a la vida el increíble mundo de los sentimientos y la mente. Como profesional de la salud mental, el debut de esta película ha estado en mi lista de tareas desde que vi el tráiler. Estoy feliz de decir Inside Out hace lo que yo esperaba; es una herramienta increíble para abrir el mundo de los sentimientos a una generación de niños y familias. Pero lo más importante es lo que pide que la audiencia piense: ¿cómo mis sentimientos constituyen mis recuerdos, mis decisiones y mis acciones?
Todos los días tenemos una opción como padres y madres. ¿Nos cerramos nuestras emociones con la esperanza de no ser herido de nuevo o nos abrimos a la vulnerabilidad y creemos que no importa la circunstancia podemos tolerar y recuperarnos? Riley, la protagonista de 11 años, hace una decisión terrible cuando sus sentimientos ya no la controlan. En ese momento ella pierde quién es, lo que le gusta, y hace una decisión de seguir adelante sola. ¿Cómo has hecho eso? ¿Cómo vas a evitar la herencia de esta pérdida de la inteligencia emocional a tus hijos?
Los niños pequeños no censuran sus sentimientos. Los pequeños están abiertos y dispuestos a gritar de tristeza cuando su juguete se cae de la mesa. Los pequeños corren y agitan sus brazos gritando en alegría porque papá llego a casa. Inside Out nos muestra estos bellos momentos cuando los sentimientos mirar los recuerdos y memorias de Riley. Alegría, en particular, adora el recuerdo de Riley cuando era una nena que no editaba su mundo emotivo. Los pequeños nos enseñan a sentir con desenfreno y de vivir en el momento. Sin embargo, como padres, nuestro pasado nos duele y nuestra incapacidad de confiar en nuestros sentimientos interrumpe este flujo libre de sentimientos y de la vida, un punto que la película nos muestra cuando vemos las emociones de los padres en sus mentes. Como adultos nos censuramos nuestra libertad emocional y pedimos a nuestros hijos a dejar de sentir para protegernos de la posibilidad de dolor, en el pretexto de proteger y dar refugio a nuestros hijos.
El tema y la lección más importante de Inside Out es la importancia de sentir todos los sentimientos. La importancia de darse cuenta de que nuestras relaciones florecen y se construyen cuando sentimos juntos. Esta es la primera vez que veo la tristeza representada con respeto por lo que aporta a nuestra experiencia del mundo. Es importante que los padres nos preguntemos, ¿Con qué frecuencia le decimos a nuestros hijos que "están bien" sólo para que no tengamos que tolerar su tristeza? ¿Cuántas veces les decimos a nuestros niños que se calmen cuando están llenos de felicidad, porque en algún lugar dentro de nosotros creemos que la alegría es efímera y estamos esperando lo peor? Cada día nuestros niños nos retan a sentir con abandono. ¿Estamos preparados para este reto? ¿Estamos dispuestos a que nuestros hijos nos muestren que para estar realmente vivo debemos arriesgar miedo, disgusto, la ira y la alegría con la certeza de que vamos a estar bien? Doy las gracias a Disney Pixar y al director Pete Docter por ilustrar y dar vida a estos sentimientos que habitan en todas nuestras mentes. Ahora tenemos un perfecto visual de los sentimientos que la mayoría trantan de ignorar, un recordatorio de pausar la próxima vez que nuestro pequeño llora con abandono y un reto de vivir la vida sin miedo de sentir la magnitud de nuestro mundo emotivo.