Tres Pasos Para No Sentirse Como Mala Madre

 Día a día pienso en lo lejos que mi centro ha ido en el poco tiempo que hemos estado abiertos. Es interesante porque me siento que este proyecto lo he tenido por mucho tiempo y creo que eso es  lo que sentimos, cuando tenemos un gran proyecto apasionado. La comunidad que he establecido es un sueño, pero también es la causa de una gran cantidad de estrés en mi dia a dia.  El estrés me hace sentir como mala madre y siendo unasupuesta experta en niños y  la crianza de los hijos, cuando ese pensamiento vuela en mi sistema es impactante. Así que pensé compartir lo que hago cuando el mundo y mi pequeña empresa me dice en forma de estrés que no estoy haciendo un buen trabajo con mi vida y mis pequeños.

1. Se Honesta con Alguien

El estrés puede llevarme a situaciones en las que me comporto mal con mis hijos, evado a mis hijos o peor, les grito a mis hijos. La verdad es que esto es una parte de ser humano. Cuando nuestro cerebro siente el estrés, la ansiedad y el pánico, cambia a un estado primitivo de lucha, huida, congelación.  Esto cuasa  el grito como padres porque la neurología está luchando o huyendo. Mi cura primordial para enfrentar esta parte del estrés es decirle mi verdad/realidad a otra persona. Busque esos amigosde confianza díganles lo que hizo y luego ambos pueden tener esa conexión humana de "yo también". Muchas veces los padres sufren en silencio, imaginando que los demás padres nunca gritan o pierden su paciencia. Todos los padres pierden la paciencia y gritan. Una vez más yo soy la supuesta experta y tengo mis momentos terribles por lo que hoy en mi blog estoy tratando de sentirme mejor y estoy compartiendo con todos los que lean esto mi verdad y se hace que me va hacer sentir mejor.

2. Explíquenles a sus hijos sus debilidades y pidan perdon

Es importante ser capaz de contarles a sus hijos sus debilidades y pedirles disculpa. La mayoría de las veces los niños creen que usted está molesto por algo que ellos hicieron. Cuando tenemos un día estresante y  tenemos una situación con nuestros hijos , el verdadero problema no es el niño, es el estrés del día.  Hace poco me sentí abrumada con el estrés un sábado por la mañana porque una vez más me iba de casa al trabajo y mi hija quería pasar tiempo conmigo. Ella me seguía a todas partes y me hizo sentir culpa y termine siendo corta y mala con ella antes de irme. Al regresar a la casa supe que tenía que pedirle disculpas y explicarle porque mami la maltrato. Cuando llegué a casa tuve la oportunidad de utilizar el intercambio de la mañana para disculparme y también compartir los valores de nuestra familia sobre las metas y sus sacrificios. En este caso le dije, "Lo siento que no pudimos pasar tiempo juntas y que yo fui mala contigo. Pero mami tiene una meta y sueño que mi centro prospere para que muchas familias puedan ser felices". Mi pequeña me respondió: "Entiendo mami, yo también quiero que sea un éxito" (versión concisa, en realidad tomó unos 20 minutos). 

3. Nos tenemos que cuidar a nosotros PRIMERO

Esta idea proviene de las instrucciones de los aviones adonde nos dicen que nos pongamos la máscara de oxígeno antes de colocársela a nuestros hijos. Es cierto en un avión y es verdad en la educacion de los niños. Es especialmente cierto cuando estamos estresados. Siendo una madre que trabaja, parte de mi existencia es sentirme culpable de que yo no voy a pasar suficiente tiempo con mis hijos. Una buena amiga mía, Luly B habla que "el equilibrio es mi#$a". Ella tiene razón. Lo que hacemos todos los días es decidir  que tiene que venir primero, segundo, y tercero. Para mí el trabajo viene primero a veces y mis hijos vienen segundo. Nunca se siente como equilibrio, porque siempre hay algo que pudiera hacer con uno o el otro. Me cuido teniendo sistemas y personas que me ayudan con cada parte de mi vida. A veces tengo que dejar a los niños con mi esposo porque necesito ir a una conferencia de trabajo o tengo que apagar el teléfono y la computadora y jugar Legos con mis hijos. Es difícil pero es necesario porque asi aseguro que cada  parte de mi vida tiene 100% de mi atención cuando lo escojo.

Esta es mi receta de cómo enfrentar el estrés y la culpabilidad de no ser una buena madre, debido a la vida, el trabajo y el estrés. Es corto, dulce, y nunca perfecto. Pero en realidad la perfección está sobrevalorada.