Como adultos, solemos preocuparnos por el tiempo que nuestros hijos pasan frente a las pantallas. Pero si nos detenemos a observar con honestidad nuestras propias costumbres, podríamos descubrir que somos nosotros quienes estamos modelando el uso excesivo del celular
Estudios recientes del NIH y de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría confirman que la mayoría de los adultos pasan entre 4 y 6 horas al día en sus teléfonos, y que este uso está relacionado con un mayor nivel de estrés, ansiedad y alteraciones del sueño.
Usamos el celular para trabajar, informarnos, entretenernos, distraernos o simplemente relajarnos al final del día. Mientras tanto, la mayoría de los niños—especialmente los menores de 12 años—promedian un uso diario más cercano a las dos horas. Si le preocupa el tiempo de pantalla, el primer lugar donde mirar no es su hijo, sino usted
Su bebé lo está observando
Su bebé no sabe qué hay en esa pantalla. Lo único que percibe es que la conexión entre usted y él se siente borrosa. Esos momentos de conexión entre madre o padre e infante construyen la base del apego seguro, la atención y la reciprocidad social. Es el comienzo de cómo entienden el mundo y cómo se relacionan con los demás.
Para los niños pequeños, la presencia = seguridad
Una de las formas más poderosas de ayudar a su hijo a ser un ciudadano digital responsable es modelar límites saludables con la tecnología. Los niños aprenden mucho más de lo que hacemos que de lo que decimos. Si queremos que ellos dejen el celular, debemos estar dispuestos a hacerlo también.
Y no, esto no significa que tenga que renunciar a su teléfono. Significa que se vuelva consciente de cuándo y cómo lo usa.
¿Por dónde empezar?
1. Proteja dos momentos del día
Elija uno en la mañana y otro en la noche. Las mañanas marcan el ritmo del día, y las noches ayudan a regular el sistema nervioso. En esos momentos, guarde el celular. Déjele saber a su hijo que tiene toda su atención.
2. Use las herramientas que su teléfono ya tiene
Casi todos los teléfonos incluyen funciones de tiempo de uso y enfoque. Establezca límites para las aplicaciones. Silencie las notificaciones durante las comidas. Active el “modo descanso” como regla, no como excepción.
3. Invite a su hijo adolescente al proceso
Si tiene a un adolescente, no lo convierta en una batalla, vuélvalo un reto. ¿Quién puede reducir más su tiempo de pantalla esta semana? Hagan una apuesta. ¿Quién ganará? (Yo diría que su hijo) En la cena o en el carro, ayúdense mutuamente a responder esta pregunta: ¿Cómo podemos mejorar al notar cuándo usamos el celular para distraernos?
4. Pruebe un dia sin telefono a la semana
Llámelo un “dia de paz”, un día en el que el celular se queda guardado en un cajón o una caja. Permítase aburrirse. Permita que su hijo se aburra. Observe qué surge de allí. El aburrimiento es la semilla de la creatividad y la curiosidad. Nos impulsa a explorar, imaginar e inventar. Cuando estamos constantemente estimulados, no dejamos espacio para que surja la creatividad.
Porque ellos aprenden de usted
Si quiere enseñar a su hijo a ser un ciudadano digital respetuoso, consciente y responsable, el primer paso es convertirse usted en uno.
No perfecto. No libre de pantallas. Solo más intencional.