Para Ser Mejor Padre Deje De Hacer Lo Siguiente

Deje de pensar en…

Hay dos preguntas que los padres hacen con frecuencia sobre sus hijos que los llevan a cometer errores. Si usted deja de hacerse estas preguntas podrá hacer mejores decisiones a la hora de responder a las emociones de su hijo. 

Primero, deje de preguntarse si las emociones que sus hijos estén sintiendo en cierto momento son apropiadas o no. Los sentimientos no son hechos. Los sentimientos son reflejos neurológicos igual que pestañear. No podemos controlarlos. Los sentimientos surgen sin lógica alguna. Así que cuando usted se pregunte si los sentimientos que siente su hijo son apropiados o no, no está actuando apropiadamente.

 Acepte los sentimientos y ayúdeles a sus hijos a controlar las emociones que están expresando. Si están enfadados, ayúdelos a calmarse. Si están tristes, escúchelos y abrácelos hasta que se les pase la tristeza. Si están frustrados, anímeles a tomar un descanso, a respirar profundo e intentarlo otra vez . Hacer esto puede ser difícil ya que los niños suelen sentir estas emociones complicadas precisamente cuando intentamos poner limitaciones. Una vez que usted establezca las limitaciones, usted se ha ocupado del comportamiento del niño. El próximo paso es ayudarle a su hijo a manejar sus emociones.

 Cuando usted insiste en juzgar si su hijo tiene o no tiene razón en sentirse triste, frustrado o enfadado, usted pierde la oportunidad de ayudarles a pasar por esa emoción y a desarrollar la inteligencia emocional del niño.

Segundo, deje de pensar que su hijo lo está tratando de manipular. Su hijo no le está haciendo nada usted. Su hijo está intentando conectar con usted para que usted le brinde cariño y le preste atención. Esto no significa que el niño esté intentando manipularlo de alguna manera. Lo único que el niño quiere es establecer una relación con usted.

La próxima vez que usted piense que su hijo está “ tratando de obtener algo de usted “, deténgase y pregúntese:

  •  ¿En qué forma está tratando el niño de conectar conmigo?

  •  ¿En qué forma está tratando el niño de obtener mi cariño?

 Si usted se hace estas dos preguntas su reacción será calmada y cariñosa. Si usted piensa que su hijo lo está manipulando, su respuesta será brusca y defensiva.

Espero que estos consejos le ayuden a cambiar la perspectiva desde donde usted está observando a ese hijo que tanto soñó tener tiempo atrás cuando imaginaba como sería criar a un hijo.

¡Hasta la próxima!

 Lina