Tengo la dicha de ser la madre de una hija de carácter pacífico. Tiene una actitud observadora de la vida y esto le permite entender a su hermano menor que es muy emotivo. Sin embargo, hay días en que nuestra hija pierde su paciencia y los dos terminan discutiendo. Como experta en la crianza y desarrollo de los niños, sé lidiar con estos momentos de rivalidad, pero como madre comprendo el horrible rechazo que pueden sentir los niños en esos momentos. A continuaciónsugiero algunos pasos que deberíamos considerar cuando nuestros hijos pelean.
La reacción más aconsejable es no favorecer a ninguno de los dos hermanos, siempre y cuando no se hayan lastimado. Debe escuchar ambos lados como un juez en la corte y esto puede tomarle tiempo. Además, aunque no queramos admitirlo, los padres estamos predispuestos a favorecer a uno de los dos hijos. Esto ocurre porque tendemos a tomar el lado de las personas que comprendemos mejor y con las que nos identificamos más. Mantenga su papel de juez y permita que cada uno de los niños explique su caso. Escúchelo atentamente y luego pronuncie su sentencia. Si puede lograr esto, le estará enseñando a sus hijos a resolver conflictos, a poder expresar con tranquilidad su rabia o frustración y a identificar como sus acciones pueden terminar afectando a los demás. Si sus hijos son menores de tres años y medio, puede ser difícil para ellos expresar su postura. En ese caso, narre lo que usted cree que pasó, cómo cree usted que se sienten ellos y cómo le gustaría a usted que ellos resolvieran el conflicto.
El segundo consejo es que usted, como adulto, se debe mantener fuera del conflicto la mayor cantidad de tiempo posible. Si los niños son pequeños haga esto desde el principio. Cuando los sienta discutir, escuche y esperepara ver si ellos pueden solucionar el problema. Si los niños no pueden llegar a una solución, entonces siga los pasos antes mencionados. Si los niños son mayores, debe aprovechar las conversaciones en familia para hablarles claramente y hacerles saber que usted espera que ellos resuelvan sus problemas antes de pedirle que usted se implique en el conflicto.
Si ya usted se ha acostumbrado a implicarse en estas situaciones y los niños tienen el hábito de gritar, “Mami, Susy es…”, entonces tendrá que presentarles una nueva regla. Dígales que usted confía en ellos y que está segura de que ellos podrán resolver los conflictos que surjan tal y como los resolverían si estuvieran en la escuela o cuando usted no está presente. Es posible que tenga que practicar más de una vez “la papel de juez” antes de que ellos lo entiendan, pero insista en que ellos resuelvan las diferencias. Esta será una destreza que sus hijos podrán utilizar en muchas situaciones en sus vidas y una importante meta que alcanzar en cuanto al desarrollo del carácter de los niños.
Nunca es fácil lidiar con el conflicto. El conflicto entre hermanos puede ser especialmente difícil pero se pueden aprender a controlar estas situaciones con tiempo, con un poco de amor y con el juicio imparcial de los padres.