Muchos pequeños usan y adoran su chupete (chupón). Inevitablemente muchos padres se cuestionan como quitarles este objeto que les trae tanto placer y paz. Las siguientes son las preguntas más comunes sobre este tema y los pasos que los padres deben seguir para ayudar a sus pequeños a dejar su chupete.
¿Por qué los niños succionan? y ¿cómo les ayuda el chupete?
Uno de los reflejos más primitivos es el de succionar. El succionar les ayuda a los niños a comer y más tarde llega a ser la forma más eficaz para calmar su cuerpo y estado emotivo. El cólico también se calma cuando el bebé succiona. El chupete se vuelve un hábito que ayuda al niño a sentirse seguro sin la ayuda de otros y que le ayuda a alcanzar la autonomía que es parte de la trayectoria del desarrollo de un niño entre los dieciocho meses y los tres años y medio.
¿Dejan los niños el chupete solos?
No, necesitamos ayudarles a reemplazar ese hábito con otro hábito positivo que les ayude a calmarse. Por ejemplo a la hora de dormir le puedes empezar a hablar sobre su chupete y explicarle que su chupete puede ayudar a otro bebé. Simultáneamente usted puede ofrecerle otro objeto como un trapito, peluche, etc. que reemplace el chupete y que le ayude a dormir.
En mi caso cuando mi niña tenía dos años empezamos a decirle que era hora de dejar su chupete. Ella siempre se negaba, hasta que un día leyendo un cuento de sirenas le conté que le podíamos dar sus chupetes a los delfines y ellos les darían los chupetes a las sirenas y a sus bebés. Este cuento fantástico le ayudó a mi niña a imaginarse que sus chupetes estarían en buenas manos. No les recomiendo que hagan lo mismo. Nosotros la llevamos a Sea World y le pedimos a los que cuidaban a los delfines que nos recibieran los chupetes. Ella los entregó sin pelear. Sin embargo esa noche lloró y sintió el pesar de no tener su chupete. Esto no es sólo normal sino también una reacción humana que sentimos al perder algo que nos hace sentir seguros. Después de la tercera noche de llorar por su chupete, ella misma empezó a contar la historia de que las sirenas tenían su chupete y desde entonces empezó a dormir con su trapito de adas. Todavía hoy a los diez años tiene ese trapito en su cama.
¿A qué edad se le debe quitar el chupete?
Los dentistas y las terapeutas del habla nos recomiendan que lo dejen temprano, antes de los dos años y definitivamente antes de los cuatro años. Esto se recomienda porque el chupete puede deformar el paladar y puede retrasar el desarrollo del habla del niñoademás de causar problemas de articulación. Como yo vivo en el mundo emotivo les diría que tienen que darle tiempo al niño para que reemplace su chupete con otra cosa que les brinde la misma calma y los ayude a sentirse seguros.
Pasos a seguir para dejar el chupete:
1. Anticipar – que le vamos a decir adiós al chupete. Explíquele que ha llegado el momento de dejar el chupete y que van a practicar juntos como dejarlo.
2. Quitárselo gradualmente –No es bueno quitarles o esconderles el chupete de repente. Es necesario disminuir gradualmente los momentos que usan el chupete dejando que la hora de dormir sea el último momento en que el bebé use su chupete.
3. Busque y encuentre algo que reemplace el chupete y empiece a dárselo al niño antes de quitárselo por completo. Por ejemplo, si el niño va usar un trapito deje que use el chupete y el trapito a la vez para que asocien la calma que el chupete les da con el nuevo trapito.
4. Póngase de acuerdo en el momento en que el niño va dejar el chupete –puede ser para el cumpleaños o puede anticiparle al niño que todas las noches le preguntará si esa noche le dará su chupete a los bebés que lo necesiten. Cuando mi hijo era pequeño hicimos esto durante casi dos meses. Cuando tenía entre dos años y medio y tres años yo le preguntaba cada noche, “¿estás listo hoy para darle tu chupete a los bebés más pequeños?” y él me contestaba que no. Aproximadamente un mes después de cumplir sus tres años, en una de esas noches me dijo, “sí mami, ya no más chupo”. Anteriormente habíamos decorado una caja para poner los chupetes para los bebés. Buscamos la caja, guardamos los chupetes y nunca me los volvió a pedir. La insistencia en la pregunta y la autonomía que le ofrecimos al niño fue lo que sirvió para que él dejara su chupete.
5. Se necesita paciencia, mucha paciencia. Este proceso se puede demorar de 21días a 3 meses.
El reflejo de succionar y los chupetes son parte de la trayectoria natural de los niños. A cualquier edad, todos tenemos hábitos que nos ayudan a calmar nuestro sistema nervioso. Para los pequeños es un chupete, para los adultos es el chicle, un lápiz en la boca, o mover las piernas. Si tenemos esto presente y nos damos tiempo para que el niño haga la transición y busque otra forma de calmarse y sentir seguridad, les prometo que no irán a la universidad con chupete.