Nací en Bogotá, Colombia en 1971. Por ser la más pequeña la familia solía describirme como “emocional/independiente”. Esta etiqueta creó una estrategia infantil de intentar no expresar mis emociones para no perder mi conexión con mi familia. En 1979 nos mudamos a Miami, Florida y así se cumplió el deseo de mi padre de alcanzar “el sueño americano”. Desde niña hasta la adolescencia luché por superar el conflicto de ser bicultural y lo que esta lucha significa frente las dificultades impuestas por la familia y la sociedad. Esas experiencias fueron las que moldearon casi todas las decisiones que he tomado en mi vida.

Para mí es importante actuar desde la autenticidad. Creo que la autenticidad nos provee la libertad para expresar lo que estamos destinados a ser en realidad. Las familias que florecen y prosperan son aquellas que durante nuestras consultas son capaces de reconocer quienes desean ser auténticamente. La primera vez que escuché la voz de la autenticidad susurrar en mi oído fue cuando asistí a New World School of the Arts, Miami, Florida como miembro de una de las tres promociones fundadoras. En New World descubrí que lo que yo creía y amaba era lo que me impulsaba a trabajar arduamente. Allí, en New World, aprendí que sin expresión emocional, autenticidad y sin comunicar mi verdad, es difícil superar un obstáculo. Este conocimiento lo utilizo con los padres y las familias con las que trabajo.

La idea de ser bicultural y como influye las desiciones que tomo en mi vida surgió caminando por los pasillos de la Universidad de Boston. Antes de mudarme a Boston había estado siempre rodeada de personas como yo. En Boston descubrí que era “brown” (marrón). La realización de formar parte de una “minoría” dió origen a la búsqueda y al cuestionamiento de lo que significa que una cultura nos defina o nos confunda. Con esta actitud inquisitiva, me mudé a Los Angeles con el fin de dedicarme a la actuación. Mientras estuve en Los Angeles, en el ambiente de Hollywood, aprendí a mirar dentro de los personajes que estaba representando y me preguntaba por qué estos personajes habían escogido tomar ciertas decisiones en particular. Estas fueron las bases que fundaron mi interés en aprender cómo la psique humana, la cultura y el ambiente que nos rodea influyen en nuestra formación como individuos. Incorporo esta curiosidad en mi trabajo diariamente y siempre me pregunto que es lo que los ha moldeado e influído a ser quienes son.

Los mayores cambios de mi vida adulta ocurrieron durante la época que viví en Los Angeles. En Los Angeles pude cicatrizar las heridas del pasado al encontar ayuda y llegar a comprender como esas experiencias me habían moldeado. Me casé con mi major amigo quien todavía me apoya y me ayuda. Pero en mayo del 2005 tuve la última experiencia que me hizo la que soy hoy: nació mi hija Camila. Su nacimiento me afectó de la misma manera que le hubiera afectado a cualquier padre con su hijo si estuviera dispuesto a aceptar el reto. ¿Podría cambiar?, ¿Podría aprender? y ¿estaría yo dispuesta a permitir que esta experiencia me hiciera una mujer completamente diferente?

Buscando las respuestas a estas preguntas saqué mi maestría en Sicología Clínica. Me entrené en la salud mental de los niños, en el desarrollo de niños y adolescentes, en neurobiología interpersonal y en tratamientos especializados en trauma. Por último, en el 2012, fundé mi programa para padres. En ese momento, me prometí dedicarme a asistir y apoyar a otros padres a utilizar todas sus experiencias pasadas para comprender como nuestros hijos nos retan a que seamos mejores personas. Esta dedicación y pasión es la que les brindo a diario. Muchas veces me dicen, “debes querer mucho a los niños”, y sí los quiero porque son por lo general mis mejores maestros. Pero yo amo a los padres. A cada uno de nosotros, como padres, se nos ha dado la responsabilidad de orientar y amar a nuestros hijos para construir una mejor comunidad. Esa responsabilidad es la que me despierta cada mañana y me motiva a hacer el trabajo que hago con las familias que me honran al buscar mi asistencia y apoyo.

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